Mirarle a los ojos,
sin pestañear.
Hablarle bajito,
en la oreja.
Pensar el lugar a incendiar.
Besarse despacio.
Chuparle la lengua.
Morderle los labios.
Apretarse contra el cuerpo.
Ya no hay marcha atrás.
Acariciarle mucho,
también despacio.
No dejar piel por tocar.
Desnudarla con una mano.
Con la otra, sostener el cuello.
Escucharla suspirar.
Chuparse un dedo.
Meterlo sin avisar.
Morderle cuando gima.
Decirle al oído
que te encanta de verdad.
Abrirle las piernas.
También el pecho.
Tocar el corazón.
Chupar ese dedo, ofrecerlo.
Disfrutar del zumo los dos.
Dejarse buscar,
también encontrarse.
Que me guíe a la entrada,
y aguantar estoico,
el momento del roce.
Dejarse meter
en el cuerpo del otro.
Cerrar los ojos.
Disfrutar del silencio.
La desconexión de los miedos.
Abrir los ojos.
que mentirse esta feo.
Por fin,
Se ha cumplido el deseo.
Sonríe.
Sonrío.
La miro.
Me mira.
Me muero
(y en paz).